PROYECTANDO EL VIAJE
Ya hace dos años, cuando visitamos Cinque Terre nos planteamos hacer un viaje combinado con la Costa Amalfitana. Ambas costas nos atraían por igual y ciertamente teníamos ilusión por conocerlas. Poco a poco nos fuimos decantando por dividir en dos, por muchos motivos. El primero de ellos es que íbamos a aquel viaje en coche y quizá llegar hasta la costa Amalfitana era demasiado para unas vacaciones de Pascua, el segundo es que ambas zonas tenían suficiente identidad y cosas por ver, dando para completar de sobra dos viajes distintos.
Y así lo hicimos. En Pascua de 2022 visitamos Cinque Terre con nuestro coche y ahora, en 2024 nos hemos animado a conocer por fin la Costa Amalfitana.
Entre ambos viajes estuvo la visita a Croacia en 2023. Los destinos en la Costa Mediterránea en estas fechas son una maravillosa opción porque el clima y la luz son especiales y por su orientación, los atardeceres preciosos.
Este viaje, además, nos ofrecía la oportunidad por proximidad de conocer otro de mis lugares soñados: Pompeya. Mi interés por conocer las ruinas de esta ciudad enterrada viene de mucho más lejos. Solo era una niña cuando mis padres viajaron a este lugar trayendo consigo un libro de imágenes que habré mirado infinitas veces de principio a fin. Mi pasión por la historia, unida a la curiosidad que ya entonces me planteaban los sucesos acontecidos en esta ciudad por la erupción del Vesubio, despertaban en mí una increíble curiosidad.

Sin embargo, Nápoles no entraba en mis planes. Siempre había oído hablar de una ciudad sucia, caótica y algo insegura (casi imaginaba a la mafia presente en sus calles), por eso, desde el principio, no plantee la opción de alojarnos en ella.
Fue al unirse al viaje mi hermana y su marido cuando esta ciudad entró en escena, sumándose a los lugares a visitar. Ellos ya la conocían brevemente de un crucero y tenían un buen recuerdo, además son belenistas y estar en la cuna de los Belenes Napolitanos les atraía mucho.
Así poco a poco se completó el viaje.
Elegir el destino del vuelo nos vino dado por disponibilidad y precios, después de comparar, vimos que nos beneficiaba mucho volar a Roma y no a Nápoles, y así lo hicimos, teniendo en cuenta que no nos importa conducir.
Lo que más costó fue establecer el alojamiento y la ruta a seguir por la costa Amalfitana. Creo que nunca he tenido que buscar tanta información antes de decidirme, pero es que todo lo que se escribe sobre esta Costa invita a quedarte en tu casa: Que si la carretera en intransitable, que si aparcar es imposible o carísimo, que cojas barco, que cojas bus… Esto, unido a lo difícil que es acceder cruzando la barrera montañosa que la protege y el hecho de ser un destino lineal, nos hizo dudar un montón. Tanto dudamos y pensamos que el tiempo pasaba y no fue ya fácil encontrar un alojamiento en la propia costa con aparcamiento (Nos veíamos calle arriba, calle abajo cargados de maletas)
Al final nos organizamos bastante bien quedándonos en las proximidades de Pompeya. Decidimos dedicar los dos primeros días, que eran festivos (domingo y lunes de Pascua) a Pompeya y Nápoles, lugares de más fácil acceso y, a partir del martes, nos dedicamos a la costa dividiéndola en tres tramos: Centro para el primer día, oeste para el segundo y este para el último.

No sé si es por el buen conductor que me acompaña, pero el tráfico en estas fechas no fue un problema y aparcar tampoco, aunque a veces un poco caro, especialmente en Positano. Pudimos recorrer cada rincón y disfrutamos en todo momento.
RUTA DE VIAJE
Esta fue nuestra ruta pero es muy fácil adaptarla en número de días, ya que tiene claramente diferenciados los tres días por la Costa Amalfitana, de un día extra en Nápoles y otro en Pompeya. Queda abierta a los gustos personales y con vuelos a Nápoles igual no son necesarios el primer y último día (ya depende de los horarios de vuelo)
30 Marzo: Salida temprano hacia Valencia para coger el avión a las 13:10. Llegada a Roma a las 15:15 y traslado con el coche de alquiler a nuestro alojamiento en Angri.
31 Marzo: Visita a las ruinas de Pompeya durante toda la jornada.
1 Abril: Día completo para disfrutar de la ciudad de Nápoles.
2 Abril: Comienza nuestro recorrido por la famosa Costa Amalfitana. Hoy visitamos Ravello, Amalfi y Atrani.
3 Abril: Continuamos visitando la costa Amalfitana. Hoy Positano, Praiano y Sorrento.
4 Abril: Nuestro último día en la Costa Amalfitana nos lleva a Maiori, Minori, Erchie, Cetrara y Vietri Sul Mare.
5 Abril: Salida temprano hacia Roma para coger nuestro vuelo de regreso a Valencia.
Para que cada cual se organice adjunto mapa con los puntos de interés diferenciados por colores en sitios para comer o para visitar.
PREPARATIVOS
Los vuelos los reservamos en la página de Ryanair después de una búsqueda previa en Skyscanner para tantear los más económicos. Buscamos desde todos los aeropuertos cercanos a Alicante hacia cualquier ciudad italiana próxima a la Costa Amalfitana. Finalmente elegimos un Valencia-Roma de ida y vuelta. Era la combinación con mejor precio y horario.

Nuestros extras fueron reservar asientos de dos en dos, para tener dos ventanas y facturar una maleta de 25 kg para cada pareja. Con la política actual de la compañía las maletas de 10 kg también se facturan y se pagan y sale más barato una maleta de 25 kg que dos de 10 kg. Además, ganamos en comodidad.
Bueno, al menos siempre lo hemos pensado así, porque en este viaje descubrimos que facturar, aunque muy cómodo, no es siempre lo mejor. Perdimos el vuelo de vuelta por ello. Llegamos al aeropuerto muy justitos de hora, pero el vuelo estaba retrasado. Si no llega a ser porque la ventanilla de facturación ya estaba cerrada es posible que hubiéramos podido llegar al embarque.
Esto nos obligó a compara en el mismo aeropuerto un nuevo vuelo de regreso Roma-Valencia con la compañía Vueling.
El coche de alquiler lo reservamos a través de la página bsp-auto.com que ofrecía muy buenos precios, concretamente de la compañía Ok Mobility. Además incluimos un seguro de devolución de franquicia de Allianz que nos vino de cine.
Como contaré con más detalle en el relato esta oficina de alquiler no fue en absoluto de fiar. Primero nos insistieron mucho queriendo vendernos un seguro a todo riesgo que valía más que el propio alquiler del coche; lógicamente lo rechazamos porque ya teníamos contratada la devolución de franquicia. Luego al regreso insistieron en revisar el coche con nosotros (algo poco habitual en un aeropuerto donde normalmente dejas las llaves en un buzón y ya) y fueron derechitos a encontrar una mínima raya casi imperceptible en un lugar que estaba bastante escondido. Nosotros sabíamos que no le habíamos dado ningún golpe ni roce y aquello olía bastante mal. Nos cobraron 460€.
Menos mal que todo lo mal que se portaron los de Ok Mobility se portó de bien el seguro y nos devolvieron el pago en unos días.
Alojamiento: El apartamento lo reservamos a través de Booking. Finalmente desechamos alojarnos en la costa por la mala comunicación y posibilidades de aparcamiento en estos pueblecillos y, como ya habíamos descartado Nápoles y queríamos un lugar intermedio para llegar a todo fácilmente, nos quedamos en las proximidades de Pompeya, concretamente en Angry, en un apartamento llamado en Booking My Dream House.
Seguro de viaje: Además de la Tarjeta Sanitaria Europea que siempre llevamos, tenemos un seguro de viaje anual. Cada viaje contratamos como mínimo un seguro de cancelación y muy probablemente, dependiendo del destino y/o duración también un seguro médico y de asistencia en viaje. Como esto sucede repetidas veces en el año nos animamos a contratar uno anual y olvidarnos de este tema en cada viaje. Lo hemos contratado en Seguros Bilbao y estamos contentos.
En cuanto a la información turística, la mayor fuente de información fueron los relatos leídos. Fue necesario leer mucho antes de decidir cómo organizar la ruta. Nuestra primera propuesta era combinar un coche de alquiler con una Vespa para los días de costa. Nos hacía ilusión. Pero cuando pasamos de ser dos a ser cuatro lo desechamos. También consideramos entonces un bus o un barco, pero nada nos convencía porque nos gusta ir a nuestro aire y parar donde nos apetezca en la ruta. Al final, quizá por ir en días laborables y fuera del verano, la circulación no resultó tan complicada y la ruta trazada se cumplió a la perfección.

Todos los puntos marcados en nuestra lista de Google Maps fueron recorridos poco a poco. Como siempre, además de los relatos leídos, Google Maps es un gran apoyo en el viaje.
Informarse de los pueblos a visitar fue muy fácil, basta con conocer sus nombres porque ya en ellos todo queda a la vista sin necesidad de demasiada información, pero si hubo que documentarse mucho sobre Pompeya y Napoles.
- Pompeya:
La mayor fuente de información sobre esta antigua ciudad romana fueron los vídeos de Néstor F. Marqués en su canal de Youtube: “Antigua Roma al día”. Os los recomiendo mucho. Cuando los vimos todos nos quedamos con ganas de más ¡Gracias Néstor!
Gracias a esta información detallada desechamos la posibilidad de coger un tour guiado. Lo que si hicimos fue descargar una audioguía que consultábamos en los lugares más interesantes. Con esta y un plano no tuvimos ninguna dificultad en orientarnos y descubrir cada rincón, en especial los más destacados. Además, esto nos permitió entrar temprano, en cuanto abrieron, y evitar por un tiempo los grupos de turistas, ya que las visitas guiadas comienzan más tarde.
Sólo hubo que buscar información de los horarios y tickets que al final compramos en la misma taquilla.
- Nápoles.
Además de dar un vistazo general a la web de turismo de Italia sobre esta ciudad, concretamos horarios de cada lugar de interés en Google Maps o en las respectivas páginas de cada lugar de interés.
Convento de Santa Clara: https://www.monasterodisantachiara.it/
Catedral de Nápoles: https://duomonapoli.it/
Respecto a Internet, en Italia no hay ningún problema en usar datos en todas partes facilitando el manejo de Google Maps, por la ausencia de roaming.
GASTOS
Los gastos de partida fueron los vuelos, el parking de larga estancia en el aeropuerto de Valencia, el coche de alquiler, el apartamento y los seguros.
Una vez allí, además de la gasolina, hubo que pagar parking en Nápoles, Pompeya y alguno de los pueblos, en especial en Amalfi y Positano, aunque también en Sorrento.
Para las comidas elegimos ir a restaurantes, pero, como en toda Italia, es muy sencillo encontrar algo que nos agrade al compartir con ellos la cultura mediterránea. Cualquier ensalada, pasta o pizza era suficiente y los precios asequibles (siempre teniendo en cuenta que algunos de estos lugares son muy turísticos).
Las cenas fueron en el apartamento con provisiones que comprábamos en el supermercado y los desayunos nos los facilitaba el dueño del apartamento.

Lo que si hacíamos cada día era tomar nuestro café en alguna pastelería y, ciertamente, había mucho donde elegir. El extra lo hicimos visitando la cafetería Gambrinus en Nápoles para merendar allí. Sabíamos que no nos saldría barato, pero quisimos darnos ese pequeño capricho. Ciertamente mereció la pena y disfrutamos mucho del momento.